jueves, 31 de mayo de 2012
viernes, 25 de mayo de 2012
miércoles, 16 de mayo de 2012
miércoles, 9 de mayo de 2012
martes, 1 de mayo de 2012
Nuestra Identidad....Nuestra Historia..
El
título de este himno: “oh que un amigo es Cristo”,
fue llamado por su autor: “Orad sin cesar”. En
realidad, este fue el título de un poema escrito por su madre que estaba muy
enferma.
José
Scriven nació en Banbridge, Irlanda del Norte. Después de ser graduado en la
famosa Escuela Trinity College, se comprometió con una joven y bella tan
educado y cortés como él.
José
hizo los preparativos para su matrimonio con la niña, que vivía en otra región
del país. Pero un terrible dolor y la desesperación se apoderó de su corazón
para saber que en la víspera de su boda, su esposa se había ahogado. Fue la
primera tragedia que el joven José había experimentado. Pero en su dolor tuvo
un verdadero encuentro con Cristo que cambió su vida.
En
1845, Joseph Scriven decidió trasladarse desde Irlanda a Canadá, para dejar
atrás sus penas. Él consiguió un buen trabajo como tutor de los hijos de un
oficial del ejército y se instaló en el nuevo país. Después de un tiempo,
conoció a Elisa Roche, una senorita de buena familia. La amistad se profundizó
en el amor y más tarde se comprometieron. Unos días antes de la boda, ella fue
golpeada por una grave enfermedad y murió repentinamente.
El
joven cayó en una profunda crisis de depresión, que puso en grave peligro su
salud física. Dos veces la muerte le había privado de un matrimonio y una
esperanza de una vida feliz. A pesar de este gran mal, nunca perdió su fe
personal en Jesús. José vivía en este momento en Puerto Esperanza en Ontario,
Canadá, trabajando la gestión de una empresa láctea en ese lugar, cuando llegó
a la conclusión de que Dios no quería que él se casara, y decidió gastar su
dinero y su vida ayudando a pobres y desfavorecidos. Fue llamado el “Buen
Samaritano” por la gente de la ciudad, compartiendo con ellos su comida y ropa,
y muchas veces pagó la renta de las familias indigentes.
Un
día, José recibió una carta de su anciana madre en Irlanda. Ella estaba enferma
y se sentía muy sola. No se pudo hacer el largo viaje por mar de Irlanda,
debido a su mala salud. ¿Cómo consolar a su anciana madre? ¿Cómo hacerle sentir
que tenía un amigo que está de su lado en todo momento? Pensó en el dolor y la
angustia que había pasado y cómo Jesús había sido su amigo y consolador. Esa
tarde, se sentó a la mesa y comenzó a escribir:
“¡Qué
bueno es Jesucristo Colega / Él cargó con nuestros dolores / El nos dice que
debemos tomar / atención al Señor.”
Decidió
enviar una copia del poema a su madre y se quedó con uno para sí mismo. Scriven
nunca pensó en publicar el poema, pero un amigo que lo visitó pocos días antes
de su muerte, vio entre unos papeles sobre su escritorio el pequeño poema, y
exclamó: ¿quién escribió estas hermosas
palabras? Scriven,
dijo, “Yo y el Señor Jesús“. Poco después, el
amigo envió el poema para publicarlo en un diario de su ciudad. El compositor
alemán, Charles Converse, leyendo el periódico, vio el poema, cuyo mensaje tocó
su corazón profundamente. Luego se sentó al piano y compuso la bella melodía
que pone de relieve tanto las palabras del himno.
Hasta
el día de hoy nadie sabe lo que realmente sucedió a José Scriven el día de su
muerte, 10 de agosto de 1886, a los 46 años de edad. Alguien que ha pasado por
muchas desgracias en la vida, las pérdidas y desilusiones, por supuesto, no es inmune
a ser golpeado por una depresión grave y profunda tristeza. Un amigo dejó el
siguiente registro:
“Tenemos
a Scriven alrededor de la medianoche. Fui a otra habitación de al lado, no
dormir, pero a ver y esperar. ¿Puede usted imaginar mi sorpresa y decepción
cuando regresó y encontró su habitación vacía. Todas las búsquedas fueron
en vano, hasta el día siguiente por la tarde, el cuerpo fue encontrado en el
agua de un río cercano, sin vida y frío”
Traducido
a más de 20 idiomas, esta canción se encuentra entre los diez más conocidos y
más queridos de todos los tiempos.
¿Quien soy? II - Devocional 2/2012
¿Quién Soy? II
Seguimos descubriendo nuestra identidad en Cristo (NIC)…. Que
hermoso es saber quienes somos y como podemos vivir de acuerdo a lo que
realmente Dios nos ha dado en Cristo.
Vimos en el evangelio S. Mateo que éramos sal y luz…
Ahora veremos en el evangelio S. Juan que somos:
soy hijo de Dios (1.12)
soy un canal de la vida de Cristo
(15.1,5)
soy amigo de Cristo (15.15)
soy elegido por Cristo para llevar
Su fruto (15.16)
De estos
cuatro puntos elijan dos y conversen sus características particulares buscando
además otros versículos que apoyen sus conceptos.
La
importancia de saber que somos en Cristo… nos debería hacer apartarnos de
aquellas cosas que minan nuestro servicio o función .
No te
olvides que ser un hijo de Dios me habilita para reclamar todas sus promesas…
Ser un
canal de su vida… hace ver a los demás No a mi sino a el … tus palabras, conducta muestran a
Cristo?
Y si el es
mi amigo dando su vida por mi… Yo que doy por el ?
Compartes
tiempo de verdadera amistad con el?
Buscas aprender
de el y recibir a diario sus respuestas a tus dudas?
Y ahora el
me eligió pudo NO hacerlo pero le plació en buscarnos y darnos un lugar especial ya lo
has descubierto?
Hasta el próximo encuentro…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)